domingo, 31 de diciembre de 2023

FIN DE AÑO 2023

 


Hola, amigos seguidores de “LERÍN ES CAPITAL”.

Rematamos un año más de actividad en el blog y, como cada año, antes de mirar al frente para intentar adivinar qué nos puede brindar el próximo año, echamos un vistazo atrás para ver cómo ha ido la cosa.

Comenzamos el año 2023 en el blog publicando en enero una semblanza personal y profesional, elaborada por Pedro Castillo, del cocinero y empresario lerinés Pedro Ábrego.


 Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/01/pedro-abrego.html

 

En marzo, en la sección de "Naturaleza Lerinesa", conocimos algunos datos y curiosidades de una de las aves más tradicionales en el cielo lerinés, la cigüeña blanca.


 
Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/03/ciguena-blanca-ciconia-ciconia.html

 

Ya en abril, y de la mano de Charo López, especialista en dejarnos constancia en el blog de algunos lerineses ilustres, conocimos la trayectoria de Javier Gorosquieta Reyes,un personaje lerinés que llegó a tener una relevancia sobresaliente en diversos ámbitos (cultural, social, económico...).

 Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/04/javier-gorosquieta-reyes.html

 

 Realmente, el 2023 ha sido un año en el que el deporte ha tenido una presencia muy importante en Lerín, y por ello, en LERÍN ES CAPITAL hemos querido ir dejando testimonio de estos acontecimientos. 

En mayo, se celebró el "TRAIL PINARES DE LERÍN", un acontecimiento deportivo de importancia a nivel nacional.

Fue Agustín Garnica quien elaboró un artículo estupendamente detallado en el que quedó muy bien reflejado el evento.


 
Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/05/trail-pinares-de-lerin-2023.html

 

A finales de mayo, la alegría vino con el fútbol de la mano del Club Deportivo Lerinés, consiguiendo no solo ser campeón de liga en su categoría sino, además, logrando el ascenso a la Tercera División de Fútbol (Tercera RFEF), hazaña jamás conseguida en la historia del club. 

"LERÍN ES CAPITAL" quiso dejar constancia en el blog del logro conseguido y de las celebraciones correspondientes, no solo por parte del club sino por el pueblo en general.


 
Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/05/cd-lerines-ascenso-tercera-division.html

 

Ya en junio, una vez más, Charo López recuperó del desconocimiento y del olvido a otro personaje lerinés para incorporarlo a la memoria escrita de nuestro pueblo. En este caso, el afortunado fue Miguel Jerónimo Portal, al que la vida le llevó a cruzar el Atlántico en una época realmente complicada.

 Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/06/miguel-jeronimo-portal.html


El 18 de julio, en plena "euforia futbolera" por los logros conseguidos por el C.D. Lerinés, y además enmarcado dentro de las celebraciones por el 75 aniversario de la creación del club, tuvo lugar una fiesta deportiva que "LERÍN ES CAPITAL" no se quiso perder y que quedó reflejada en el blog. Se trató del partido amistoso entre el C.A. Osasuna y la S.D. Huesca, organizado por el club lerinés.


 
Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/07/partido-osasuna-huesca-en-lerin.html


Tras un largo parón veraniego que, por circunstancias, se alargó algo más de lo previsto, volvimos "a la carga" en noviembre con un artículo de auténtico lujo que nos proporcionó  el arqueólogo e historiador lerinés José Luis Ona, en el que nos describió con datos y detalles, cuándo, cómo y por qué se construyó ese maravilloso recorrido en un entorno privilegiado y con unas vistas inigualables que ahora todos conocemos como "El Paseo".

 


Enlace al artículo: https://lerinescapital.blogspot.com/2023/11/historias-de-un-paseo-bicentenario.html#comment-form


Bien, pues una vez echado un vistazo a lo realizado este año, es ya hora de mirar hacia adelante y encarar un nuevo año, otra nueva etapa.

Aquí publicamos algunos artículos de actualidad. Otros, podríamos calificarlos de "atemporales". Pero buena parte de nuestro trabajo consiste en intentar que "LERÍN ES CAPITAL" sea una especie de "máquina del tiempo" lerinesa, y en la medida de lo posible, convertir el pasado en futuro

El objetivo principal de quienes participamos en este tinglado es hacer lo que esté en nuestra mano para que algo de nuestro pasado sea conocido en el presente, y que algo de nuestro presente, que pronto será pasado, permanezca documentado para que sea conocido en el futuro (vaya jaleo).

Y en eso estamos.

En 2024 "LERÍN ES CAPITAL" cumplirá cinco años de actividad. 

Para celebrarlo, este próximo año esperamos aumentar el número de publicaciones y, si todo va bien, ojalá podamos celebrarlo con alguna cosa más.

 

Puestos a pedir algo al año entrante (¡Uff! ¡Cuántas cosas se me ocurren!) le pediría que nos siguiera dando fuerza e ilusión para seguir adelante con este proyecto a pesar de las circunstancias que, a veces, muchas veces, son muy poco favorables. 

Ah, y ya puestos, pido (al año y a todos vosotros) que nos ayudéis a dar a conocer "LERÍN ES CAPITAL" a más gente. Resulta sorprendente la cantidad de gente de Lerín que no tiene ni idea de que esto existe. No alcanzo a recordar la cantidad de personas con la que he estado charlando estos días por el pueblo y no tenían ni idea de qué es esto. No sé, algo habrá que hacer este próximo año para intentar remediar esto.


En fin, un año más, muchísimas gracias a quienes formáis parte de este extraordinario grupo de colaboradores, por vuestro trabajo y esfuerzo desinteresado. 

Y, cómo no, muchísimas gracias a todos los seguidores de este blog por seguir ahí visitando nuestras publicaciones.

Disfrutad mucho de la despedida del año viejo y de la bienvenida al año nuevo.

¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!! 


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 Artículo: José York

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jueves, 9 de noviembre de 2023

HISTORIAS DE UN PASEO

 

Un largo receso en las publicaciones en el blog de LERÍN ES CAPITAL. Algo más tres meses. No estaba previsto, pero hay temporadas en las que es complicado compaginar el descanso veraniego y las circunstancias laborales y personales, con la preparación, en ratos "robados", de artículos de la calidad que este blog exige. (Y las colaboraciones que tenemos son valiosísimas, pero siguen siendo escasas).

Pero aunque en estos meses no haya habido publicaciones, este tiempo no ha sido de total inactividad interna en el blog ni en otras facetas del proyecto Lerín es Capital. Ni mucho menos. Así que, con fuerzas renovadas... volvemos al lío.

Hoy traemos un interesantísimo artículo elaborado por nuestro colaborador José Luis Ona, en el que vamos a conocer el origen de uno de los lugares más peculiares de Lerín (y de los más espectaculares también). Es uno de esos lugares o zonas que estamos tan acostumbrados a pasar por él, que no nos preguntamos cuándo o por qué se crearon.

Pues hoy lo vamos a saber.

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HISTORIAS DE UN PASEO

Por José Luis Ona González

 


LA VILLA ENCARAMADA

A comienzos del siglo XIX Lerín ocupaba prácticamente todo el espacio disponible entre la “cava” o foso que corría por el Norte -del palacio condal al Torreón de la Cárcel- hasta el mismo borde de los escarpes que rodean la villa. La calle Mayor, auténtico espinazo urbano, recorría desde la Peña Alta hasta el Portal de la Villa y de ella salían a izquierda y derecha calles secundarias que desembocaban en los “barrancos”, especialmente inaccesibles los del lado Sur, con 100 m de desnivel hasta su base. Rodeando el casco urbano se situó sin duda la muralla medieval, de la que solo queda la trama y alguna referencia documental, coincidiendo en su mayor parte con las defensas de urgencia que se levantaron sucesivamente en los conflictos bélicos del siglo XIX en los que Lerín fue teatro activo por su estratégica ubicación.

 Plano de la villa de Lerín durante la Primera Guerra Carlista (1833-40). A la izquierda, zona de la “Peña Alta” y la “Peña Baja”. (De una página de subastas)

CAPITAL DEL CONDADO

En 1805 la villa de Lerín funcionaba como una pequeña capital comarcal, cabeza del condado homónimo, contando con la nada desdeñable cifra de unos 2100 habitantes. El XV conde de Lerín (condestable de Navarra) y XIV duque de Alba, entre otros muchos títulos, era desde tres años antes el joven Carlos Miguel Fitz-James Stuart y de Silva-Fernández de Híjar, quien nombraba “alcalde mayor” de Lerín desde su lejano domicilio madrileño. Su poder, sin embargo, se sentía bien cercano. Los lerineses soñaban con liberarse de yugo señorial. Bien reciente quedaba el histórico pleito planteado en 1788 por el Regimiento y Veintena de la villa de Lerín contra doña Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo –la famosa duquesa de Alba retratada por Goya- por el que se pedía, lisa y llanamente, la reincorporación de Lerín al Patrimonio Real, liberándose de ataduras señoriales, especialmente de la denostada y onerosa pecha. La consulta se dilató, elevándose a la Corte madrileña y tardaría más de 40 años en resolverse. (Ángel Sánchez Gorricho, “El final de la Casa de Alba en Lerín”, Anejo,  Príncipe de Viana, nº 9, 1988, pp. 473-482).

 Descripción de la villa de Lerín en 1802

En 1802 fallece la duquesa y cesa su fiel Alcalde Mayor, Manuel de Urrea, tras 36 años de ejercicio en Lerín. Le sucede Juan Miguel Echeverría, quien se estrena interponiendo nuevo pleito contra la villa, esta vez por el derecho de pesca en el Ega. (Ibid.)

La élite social lerinesa está compuesta en esos años por varias familias reconocidas en su hidalguía, con derecho a ostentar sus respectivos escudos de armas en la fachada de sus casas. Destaca la figura de Manuel de Larramendi, cerero sangüesino que matrimonió con la rica heredera lerinesa Joaquina Octavio de Toledo, avecindándose en la villa del Ega, donde destacó como comerciante de granos, vino y aguardientes, además de ganadero. (Ángel Sánchez Gorricho, “Galería de personajes ilustres. Manuel de Larramendi y San Martín”, en Lerín, Historia, Naturaleza, Arte, Ayto. de Lerín, 2010, pp. 297-299”)

La figura polifacética y emprendedora de Larramendi llena la vida local de la segunda mitad del XVIII y comienzos del XIX como principal representante de las ideas ilustradas en la villa. Terminó en 1773 el precioso palacio todavía existente frente a la puerta del Pintado, donde colocó los escudos familiares una vez que obtuvo su ejecutoria de hidalguía y que servirá de alojamiento a cuantos personajes de postín recalan en la villa durante esos años. Murió en 1812, sucediéndole en el mayorazgo su hija Casilda. (En Á. Sánchez Gorricho, Ibid. y Eduardo Morales Solchaga, “Portada ejecutoria de Hidalguía de los Larramendi-Octavio de Toledo”, Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, Universidad de Navarra, septiembre de 2007).

 Firma y rúbrica de Manuel de Larramendi

Las élites de esta pequeña capital administrativa están al tanto de las modas imperantes e intentan emular en lo posible los gustos estéticos de la Corte. A imagen y semejanza del Salón del Prado madrileño, reforma de un paseo anterior acometida por Carlos III entre 1763 y 1778, otras ciudades españolas diseñan sus paseos y alamedas donde la aristocracia pueda exhibir su riqueza en forma de vestuario, joyería… o incluso los lujosos carruajes.

Esa costumbre social de ostentación en público solamente se podría escenificar en un punto muy concreto de la difícil orografía lerinesa: en el camino de ronda que faldea la denominada “Peña Alta”. Un itinerario de 430 m desde el convento de las monjas hasta la “Peña Baja”, que une a su notable longitud otras dos virtudes: es singularmente llano (algo casi impensable dada la enriscada ubicación de la villa) y prácticamente aéreo, dominando a placer el valle del Ega, con su mosaico de huertas, cerrando el horizonte una auténtica lección de geografía: la Cordillera Ibérica, con el Moncayo al fondo; las espectaculares sierras de Cantabria y de Codés, donde el sol se esconde en atardeceres de lujo; el mítico Montejurra y las estribaciones de Urbasa y Andía. Y, por fin, completando el círculo, la Higa de Monreal y, más allá, los Pirineos roncaleses. Panorámica dilatada y circular ideal para amenizar un delicioso paseo.


Panorámicas desde la Peña Alta y Baja
 

OBRAS DE MEJORA

Pero ese camino de ronda que rodeaba la antigua fortaleza (“el paseo único que se halla en los muros de esta dicha villa pegante a las eras de Santa Bárbara y obra de las Monjas”) no se encontraba en 1805 en las mejores condiciones pese a ser ”el único Paseo y recreo” de la villa, por lo que el consistorio recibió quejas de varias “personas condecoradas del pueblo de que el paseo llamado de la Peña se hallaba por parajes intransitables y por otros con necesidad de ensancharse y dejarlo con más hermosura y limpieza que la que tiene”. Los peritos Miguel Serrano y Francisco Alonso Martínez estimaron que las obras para “hermosearlo y ponerlo de modo que las gentes puedan pasearse con alguna libertad y comodidad” se elevarían a la cantidad de 100 pesos fuertes, siendo preciso el “rancamiento de la peña que en la mayor extensión tiene que quitarse y es de doscientas varas, poco más o menos, y de muchas más [varas] hacerlo de tierra firme con el descombramiento [eliminación de escombros]”. Aceptado el presupuesto, en fecha de 30 de junio de 1805 los señores munícipes, D. Joaquín Jiménez y Antón, Tomás Bastero y Fermín Moreno acordaron solicitar al Real Consejo de Navarra su aprobación para financiar la obra acudiendo a las rentas de Propios.

 Encabezamiento del pleito (AGN)
 

Una vez aprobada la petición surgió un problema añadido al incluir el ayuntamiento como paseo “la Peña alta y baja”, ampliando así la zona de recreo. Pero ambas peñas servían tradicionalmente como espacios de trabajo al aire libre a los alpargateros y a los cordeleros de cáñamo y lino, además de que los agricultores de la vecindad tenían la costumbre de sacudir allí su cosecha de alubias. Por si fuera poco la Peña era el lugar donde la juventud lerinesa jugaba “a la calva” y tiraba “a la barra”, dos juegos de fuerza y destreza con gran predicamento en Lerín. También, se señala, se solían arrojar allí escombros y basuras.

Actividades todas ellas que a las “personas condecoradas” debían de parecerles inapropiadas e incompatibles con la noble actividad del paseo. El ayuntamiento no solo las prohibió bajo multa de cuatro pesetas cada vez, sino que incluso invitaba a los vecinos a delatar a los contravinientes.  El conflicto estaba servido.

Los días 5 y 6 de septiembre el escribano Juan Josef Díaz  fue notificando el despacho a diversas personas concernidas en las prohibiciones, comenzando por Narciso Vizcaíno, labrador, que vivía en las cercanías de la Peña Alta, quien se dio por enterado y estampó su firma. Seguidamente se le notificó a Antonio Ximénez, también labrador residente cerca de la Peña, que sin embargo de saber, no firmó. El tercer notificado fue Josef Bermejo, alpargatero, quien se atrevió a sugerir que la villa señalara otro lugar para trabajar. El cordelero Julián de Urra fue el siguiente, protestando que le parecía que “no hacía estorbo” al hilar en el Paseo. Seguidamente se advirtió a Mateo Ramos, labrador vecino de la Peña Alta; después a Martín Íñigo, alpargatero, y luego a Ramón Moreno Castillo, labrador y vecino de la Peña Alta. El día 6 se notificó el despacho a Vicente González, labrador, que vivía “junto a la Peña que dicen de Merino próxima al Paseo”. Y finalmente a Francisco Lesaca, labrador con casa en la misma Peña Alta, próxima al Paseo, concluyendo así la ronda de notificaciones. La mayoría de los implicados eran labradores que tenían la Peña Alta y la Baja como espacios auxiliares, muy adecuados para varear alubias; pero también dos alpargateros y un cordelero que necesitaban trabajar al aire libre y lo hacían en el Paseo. Solamente dos de los nueve implicados sabían firmar.

Recorrido del Paseo sobre foto aérea de 1966/71 (IDENA-Gobierno de Navarra)

 

EL CONVULSO SIGLO XIX

Muy poco tiempo después, tal vez al año siguiente, hubo novedades importantes en la Peña Alta, pues a causa de la crisis de subsistencias padecida entre 1802 y 1804, que incrementó notablemente la mortalidad, se desbordó la capacidad del cementerio parroquial (se enterraban cadáveres tanto en el interior de la iglesia, como en el exterior, en el Pintado) determinándose por motivos de salubridad construir un cementerio nuevo en las eras de la Peña, en el solar del desaparecido castillo, la cota más alta y despejada del casco urbano. El camposanto se amplió hacia las eras que caían al Paseo a mediados del siglo XIX y finalmente fue ocupado por el Fuerte Cazorla en 1874. (J. L. Ona González, “La ermita-torreón del Fuerte Cazorla: un monumento desconocido en vías de recuperación”, Programa de Fiestas, 2022, Lerín, pp. 61-63)

Por otra parte, se tiene constancia cartográfica y documental de que durante la I Guerra Carlista (1833-1840) se fortificó el perímetro del casco urbano de Lerín, completando quizá las defensas que debió de haber durante la Guerra de la Independencia e incluso durante la Guerra contra la Convención Francesa (1792-96). Se conocen dos versiones de un plano de las defensas de la villa hacia 1836, que incluyen un parapeto que bordea la Peña Alta, reforzado con una batería artillera junto al convento de monjas. Es entonces cuando se derribó la histórica ermita de Santa Bárbara, junto a la Peña Baja, con el fin de aprovechar sus materiales en la fortificación.

Ignoramos qué espacio alternativo se asignó a la juventud aficionada a jugar a la calva o a lanzar la barra tras las proyectadas obras de 1805. Pero cabe señalar que años después se habilitó un “juego de pelota”, que todavía se conserva con el nombre de “frontón viejo” aprovechando la pared recortada del cementerio de la Peña y el frontis de la capilla construida a mediados del XIX y hoy en obras de rehabilitación.

  Amigas en el Paseo en la década de 1950 (Col. Familia Garnica-Cruz)

El Paseo ha seguido cumpliendo su función hasta nuestros días y goza de buena salud. Con los años vio levantarse edificios a su vera, varias casas, el cine y el baile, y más recientemente un moderno bloque de viviendas. 

 

 Acondicionamiento del mirador de la Peña Alta. Abajo, a la derecha, el Paseo (Foto Iluminado, 1968. AML)


 El paseo en 1973 (Foto Iluminado, AML)


El Paseo 2023 (Foto J. York)


Durante unos años, a partir de la década de 1960, se celebraban allí las competiciones de tiro al plato durante las fiestas.

Eusebio Ona en el campeonato de tiro al plato celebrado en el paseo el 18 de agosto de 1964 (Foto Iluminado)

Ha crecido el arbolado, quizá en demasía en algunos sitios, impidiendo contemplar cómodamente el paisaje, uno de sus puntos fuertes. La Peña Baja, uno de sus extremos, ha sido paulatinamente urbanizada, convirtiéndose en una plaza-mirador con memorial incluido.

 La Peña Baja 2023 (Foto J. York)

Por aquel paseo que se ensanchaba y mejoraba en 1805 camina hoy y se solaza con el paisaje gente muy distinta a la de aquella jerarquizada y clasista sociedad que quizá empezaba a sospechar los profundos cambios que acabarían con sus privilegios y preeminencias.  

 El Paseo 2023 (Foto J. York)

 
Mirador en el Paseo 2023 (Foto J. York)

El Paseo tiene Historia.

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Artículo: José Luis Ona González
Fotos antiguas: Archivo libro "Lerín, paisajes urbanos y humanos en blanco y negro"
Fotos actuales:  José York

Fuente documental: Archivo General de Navarra [AGN] Procesos judiciales. Consejo Real de Navarra. “La villa de Lerín contra el Fiscal, sobre confirmación de acuerdo relativa a la inhibición a los alpargateros de realizar su trabajo en el paseo, junto a la basílica de Santa Bárbara, y permiso de obras de reparación de dicho paseo.” FO17/083463.

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