viernes, 2 de abril de 2021

TORRIJAS

 


 

Casi con total seguridad, o sin "casi", en estos días de Semana Santa la elaboración gastronómica más popular y tradicional sean las torrijas.

Es de esas elaboraciones "estrella" que se nos hacen especiales no solo por el placer gustativo que proporcionan, que es enorme, sino porque en muchísimos casos, y sobre todo a quienes ya tenemos una edad, al saborear el primer bocado nos viene a la mente una lluvia de recuerdos gratos, casi todos ellos ligados al hogar, a la familia, a la infancia...

Además, pocos postres son, en principio, tan sencillos de elaborar, de modo que en LERÍN ES CAPITAL queremos que os animéis a hacerlas vosotros mismos y no estéis pendientes de que una madre, una tía o una abuela os las prepare, o de ir a comerlas al restaurante. Ojo, que todas esas opciones son maravillosas (y cómodas) pero preparar las cosas uno mismo y que quienes tenemos alrededor las disfruten, no tiene precio.

Hay muchísimas formas de elaborar las torrijas (fritas, al horno, gratinadas...) y muchas variedades, claro. No solo pueden diferir de una región a otra, sino de una casa a otra, aunque básicamente podemos resumir que es un postre hecho con pan, leche (en algunas zonas utilizan vino, incluso horchata), huevo y azúcar... y si queremos, pueden llevar una gran variedad de ingredientes y aromatizantes (chocolate, café, vainilla, anís, azahar...).

Hay también gran variedad de pan para hacerlas, desde pan "normal" a panes "especiales" para torrijas y hoy día no son nada difíciles de encontrar en el mercado. La opción más utilizada es el pan de "barra normal", guardado un par de días para que la miga coja consistencia y se puedan manejar mejor. En este caso interesa que la corteza no sea muy gruesa y dura. 

Otra opción cada vez más utilizada es el "pan brioche" especial para torrijas que podéis encontrar en el mercado (o hacer vosotros). Lo hay en formato "barra" y en formato tipo "pan de molde". Este pan ofrece un resultado finísimo y agradable, aunque debe manejarse con un poco de cuidado y mimo. Otra opción también muy interesante es el "pan de Viena", que sería una opción intermedia entre las dos anteriores, es más firme que el brioche y más suave y fino que el normal, aunque es menos fácil de encontrar que los anteriores (también lo podemos hacer nosotros en casa).

Venga, sin más historias, nos volvemos a meter en la cocina de LERÍN ES CAPITAL y os proponemos aquí algunas formas de elaboración y os animamos a que probéis a hacerlas. Os va a llevar poco tiempo y os garantizamos un disfrute antológico.

 

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TORRIJAS TRADICIONALES

Ingredientes (10 unidades):

- 1 barra de pan hueco de 1 día
- 400 ml de leche entera
- 200 ml de nata
- 1 rama de canela
- Piel de naranja (sin la parte blanca)
- 50 gr azúcar
- 2 huevos
- Canela en polvo (10/12 gr) y azúcar (60/70 gr) para pasar las toriijas al final
- 300 ml de aceite de girasol

Elaboración:

- Con pan del día anterior (pueden ser dos días), cortamos rebanadas de 2 cm y colocamos sobre una fuente en una capa.
 
- En un cazo se pone la leche, la nata, canela, piel de naranja y el azúcar. Se mantiene si que llegue a hervir (8/10 minutos) moviendo para que se disuelva el azúcar y se aparta del fuego para que se temple.
 

- En ese momento pondremos, colando, sobre las rebanadas de pan. Con ayuda de un cazo impregnamos cada una de ellas para que quede todo el líquido uniforme. 
 

 
Dejar unos 10 minutos hasta que absorba bien, dando vuelta un par de veces con mucho cuidado de no romperlas.
 

- Poner el aceite a calentar en una sartén muentras batimos los huevos en un bol.
 
 
- Cuando el aceite esté caliente, sin que humee (alrededor de 140º), pasamos las torrijas por el huevo con sumo cuidado y freímos harta que quede con un color dorado.
 
 
- Sacar a papel absorbente.
 

 
- Por último, mezclar en un plato la canela en polvo y el azúcar y pasar cada torrija por toda su superficie.


 
 
 
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TORRIJAS DE PAN BRIOCHE
 
 
La diferencia principal con la torrija tradicional es que este pan, "tipo bollo", es bastante más tierno y blando que el pan "normal" y la corteza no es dura, por lo que hay mucha gente que no se anima a hacerlo por temor a que se rompa en la manipulación y el intento acabe en desastre. Pero con un poco de cuidado y un par de cosas que hay que tener en cuenta, se pueden hacer sin ningún problema y el resultado es espectacular.
 

Con este tipo de pan se puede hacer la misma elaboración que la torrija tradicional anterior pero conviene tener en cuenta tres detalles importantes para que la experiencia sea perfecta:

1 - Las rebanadas han de cortarse algo más gruesas (al menos 3 o 4 cm). Al final, una vez fritas, se van a apretar solas y quedaran de un grosor parecido a las tradicionales.

2 - Una vez fritas, la capa de huevo les da cierta consistencia, pero al manejarlas antes, tanto al darles la vuelta en la leche como al pasarlas por el huevo hay que ser delicados y procurar no utilizar un tenedor para manipularlas. Utilizar siempre una espátula plana, y nos podemos ayudar con la otra mano bien limpia. Conviene que no estén apretadas en la bandeja, porque esto dificultará la acción de cogerlas o darles la vuelta. 
 
Y 3 - Para este tipo de pan es importantísimo que la leche, una vez calentada y aromatizada, esté completamente fría. Si ha pasado un rato en el frigo, mucho mejor. Si echamos la leche caliente encima del brioche, lo haremos puré y adios torrijas.
 
Solo con estas tres precauciones las podremos hacer sin ningún problema y salen unas torrijas realmente impresionantes.
 
 Ah, un consejillo: Cada vez que hagáis una tanda de torrijas, antes de echar las siguientes, recoged con una espumadera los restos de hilillos de huevo que quedan en el aceite, porque se van a pegar a las torrijas siguientes y va a quedar feo y con gustillo requemado.   
 
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TORRIJAS CARAMELIZADAS
 
 
Pero además de estas anteriores, hoy os queremos proponer otra forma más de elaborar las torrijas. Lleva un poquito más de trabajo, solo un poco, y un poco más de paciencia para dejar reposar la elaboración, pero el resultado es, sin duda, glorioso
 

En este caso la elaboramos también con pan brioche. (También se pueden hacer con bollos suizos, incluso con pan "normal", aunque en este caso sería interesante quitarle la corteza).
Ya hemos comentado antes que el pan no debe ser muy reciente, porque sería bastante dificil de manejar, mejor que tenga uno o dos días para que tenga algo de consistencia.
Si compráis el pan brioche envasado, abridlo y dejadlo al menos unas horas o un día para que se airee un poco y se quede un poco más firme. No es imprescindible (yo lo he hecho recién comprado), pero ayudará.

Ingredientes:
 
- 1 barra pan brioche
- 600 cl leche entera
- 200 gr crema de leche (nata "de cocinar", no "de montar")
- 80 gr azúcar
- 1 palo de canela
- 1 tira de cáscara de naranja (solo lo naranja)
- 1 tira de cáscara de limón (solo lo amarillo)
- 2 huevos
- Mantequilla y azúcar (para caramelizar al final).  
 
Elaboración:
 
-  Poner en un cazo la leche, el palo de canela, las cortezas de cítricos y llevar hasta que comience a hervir. Ir removiendo de vez en cuando para que se vaya aromatizando bien y para que no se agarre nada abajo. Cuando comience a hervir, retirar del fuego y dejar un rato para que se temple un poco. 
 
- Cuando esté templado añadir el azúcar y revolver para que se disuelva bien. Dejar después un buen rato hasta que se enfríe por completo.
 
- En un bol, batimos bien los huevos. Después le añadimos la nata de cocinar y revolvemos para que se mezcle bien.
 
- Añadimos al bol la leche aromatizada del cazo que ya estará completamente fría.

- Cortar el pan brioche en rebanadas o trozos un poco gruesos (Ya hemos dicho que si está muy tierno lo habremos cortado un poco antes). Lo colocamos en una fuente. Dependiendo de la cantidad, igual nos hacen falta dos fuentes.

- Vertemos con cuidado la mezcla sobre los trozos de pan, repartiéndolo para que los vaya empapando bien. Quedarán nadando en leche, pero poco a poco ya lo irá absorbiendo. 
 
- Tapamos la fuente con papel film y lo dejamos reposando un buen rato en el frigo. Puede ser una hora, dos... o incluso de un día para otro. Importante esto del frigo porque recordemos que en la mezcla tenemos huevo crudo.

- Cuando vayamos a preparar la torrijas, las sacamos del frigo y les damos la vuelta a cada una para que se reparta bien la crema por el interior.
 
- Sacamos del frigo un trozo de mantequilla para que se temple un poco.

- Preparamos una sartén antiadherente y la ponemos a fuego medio.

- Ponemos en la sartén una nuez de mantequilla (el equivalente a una cucharadilla de postre) y cuando esté fundida (ojo que no se queme) espolvoreamos un par de cucharadas de azúcar y cuando empiece a tomar un poco de color (en un par de minutos) bajamos un poco más el fuego y vamos poniendo con cuidado las torrijas. 

- No amontonarlas, dependiendo del tamaño de la sartén, pueden ser tres o cuatro torrijas, pero es conveniente que nos quede sitio para manejarlas bien. Cuando lleven un par de minutos, les damos la vuelta con cuidado. Tened en cuenta que es mejor darles la vuelta varias veces a que se hagan demasiado. Cuando tomen un tono dorado, las sacamos a un plato. 

- Cuando hayamos sacado la primera tanda, repetimos la operación, es decir, ponemos otra nuez de mantequilla y otras dos cucharadas de azucar, y hacemos otra tanda. Así hasta que hagamos todas.

- Una vez acabadas y después de dejarlas un ratillo para que se templen, podéis lanzaros de cabeza a por ellas. Os encontraréis con una torrija con una cobertura caramelizada, ligeramente crujiente, y con un interior sabrosísimo y jugoso.
 

 
Vale, esta elaboración lleva un poco más de trabajo y de cuidado, pero de verdad que merece la pena. ¡Animáos!!!
 
Si sois muy golosos podéis aumentar las cantidades de azúcar que proponemos aquí, pero lo indicado aquí está realmente muy equilibrado y da margen a que cada uno le pueda añadir lo que le apetezca, más azúcar, más aromas, acompañarlas con helados, con chocolates, con mermeladas, con nata... ¡¡¡Rediéz!!! No me digáis que no se os hace la boca un pantano!!!

Ah, y para acabar... una pregunta:

... ¿Hay algún "misterioso reglamento" en el que se indique que solo se pueden hacer torrijas en Semana Santa???????

¡¡¡ Por Dios !!!... ¡¡¡ Esto hay que disfrutarlo a lo largo de todo el año !!!


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Artículo, recetas y fotos: Pedro Castillo y José York
 
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2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias a tí, Pili, por seguir el blog y además por comentar en las publicaciones!!! :-)
      Y buen provecho!!! (porque esperamoso que te animes a hacer torrijas!) :-D

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