Retomamos hoy la sección de "PERSONAJES LERINESES".
Vamos a conocer hoy a uno de esos lerineses "viajeros" que en su momento tuvieron cierta relevancia pero que el paso del tiempo ha estado a punto de hacerle desaparecer y sumergirle en el mar oscuro del olvido.
Hoy, en LERÍN ES CAPITAL, y gracias a las investigaciones de Rosario López Oscoz, rescatamos y vamos a conocer quién fue...
PEDRO PALACIOS
PEDRO PALACIOS
Pedro Palacios nace en Lerín (Navarra) en el año 1639.
Cursa estudios eclesiásticos y se ordena sacerdote. En el año 1672, cuando contaba 33 años de edad es reclamado por el doctor Gabriel Díaz de Vara y Calderón (Fuenlabrada 1621-La Habana 15-3-1676), recién nombrado obispo de Cuba y consagrado en la catedral de Sevilla para acompañarle con objeto de desempeñar su ministerio en calidad de su capellán y secretario.
En los documentos necesarios para emprender el viaje a Cuba, además de resaltar su alta calidad como sacerdote, se dan algunos de los rasgos físicos del padre Palacios: blanco de rostro, con algunas señales de viruela y una verruga en el lado izquierdo de la boca.
Acompañan al obispo, además, otro capellán de nombre Bernardo Jerónimo Vela, natural de Madrid y cuatro jóvenes criados o ayudantes de edades comprendidas entre los doce y los veinticinco años.
Llegan a Cuba en el año 1673 y enseguida el obispo se dispone a realizar una visita pastoral por toda la diócesis, incluida la península de Florida, que también formaba parte de ella. Esta visita se alargó durante más de un año y resultó extremadamente complicada, tanto por las dificultades del trazado geográfico como por los peligros de todo tipo a los que se expusieron. En algunas fuentes se dice que "en ocasiones se internó tanto en busca de poblados y bohíos que se perdió tierra adentro con sus acompañantes".
En esta gira estuvo asistido en todo momento por el padre Palacios como secretario de visita y se encargó de hacer una relación del viaje. En el año 1675 regresa la comitiva a la sede y Díaz Vara prepara una convocatoria con intención de realizar un Sínodo Diocesano, dado el estado lastimoso y de relajación en el que el clero cubano se encontraba, sin embargo, éste no se pudo realizar ya que el obispo fallece en extrañas circunstancias no aclaradas el 15 de marzo del año siguiente (1676).
Según se lee en el artículo "Gentes y lugares de La Habana", publicado el 24 de junio de 2017 por un tal Laz, que, entre las circunstancias que acompañan a la muerte del obispo se barajó la del envenenamiento, ya que los dos obispos anteriores también habían fallecido en circunstancias parecidas al poco de llegar a la diócesis. Según esa misma fuente el propio Díaz Vara había manifestado al arzobispo de Santo Domingo: "Han intentado darme veneno, del cual me ha librado Dios".
Pablo J. Hernández González dice del obispo Díaz Vara que estaba "calificado como uno de los más interesantes y notables eclesiásticos del siglo XVII en Cuba, descolló por su ilustración, actividad, celoso cumplimiento de su deber primordial, con curiosidad universalista que le llevó desde el financiar, participando con personal interés, las obras de las defensas terrestres habaneras, hasta legar a la antropología americana muy valiosas observaciones culturales de los distintos grupos amerindios de La Florida, a quienes observó durante su visita a la península, incluída dentro de la diócesis cubana".
Tras la muerte del obispo hemos de imaginar la situación de precariedad en la que quedaba el padre Palacios. Se desconoce si ingresó a España o se quedó en Cuba y fue objeto también de represalias, corriendo la misma suerte que el obispo, aspecto que no me ha sido posible desentrañar. El caso es que hasta allá viajó en el siglo XVII uno de tantos lerineses errantes.
Esperamos que este artículo os haya resultado interesante. Si es así, es importantísimo que lo hagáis saber con comentarios o marcando "me gusta" en las redes. Es la única forma de saber si estos esfuerzos merecen la pena.
Ah, y acordaos de compartirlo en las redes, para que así llegue a más gente.
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Artículo: Maria Rosario López Oscoz
Imagen: Clero secular en la época colonial. Historia Universal.
Fuentes:
Portal de archivos españoles
"Cuba en la octaba década del siglo XVII: Visita del obispo Díaz Vara Calderón" por Pablo J. Hernández González.
https://www.noticiasdesantiagodecuba.com/cronologia-los-obispos-catolicosde-santiago-cuba/?fbclid=IwAR29XOi3xfCPMIinhNoLKQ-_ifBoHPzXtpRrfAsTaXSS7-CURBrpcUF7I7I
http://www.estudiosculturales2003.es/historia/pablohdez_cubaoctavadecadasigloxvii.html?fbclid=IwAR00Vp0BaYAb87RGbebRaQK38nwbrBjpF2Jg8KaE_50f6tbf722D-bucas8
http://www.juventudrebelde.cu/index.php/columnas/lecturas/2017-06-24/gente-y-lugares-de-la-habana-i?fbclid=IwAR3ktNeMpuYu5Ye5qfRoYf5PSNtYAR4J_aNI2W8uVCkkimSQMqT7kDPJTmE
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En los documentos necesarios para emprender el viaje a Cuba, además de resaltar su alta calidad como sacerdote, se dan algunos de los rasgos físicos del padre Palacios: blanco de rostro, con algunas señales de viruela y una verruga en el lado izquierdo de la boca.
Acompañan al obispo, además, otro capellán de nombre Bernardo Jerónimo Vela, natural de Madrid y cuatro jóvenes criados o ayudantes de edades comprendidas entre los doce y los veinticinco años.
Llegan a Cuba en el año 1673 y enseguida el obispo se dispone a realizar una visita pastoral por toda la diócesis, incluida la península de Florida, que también formaba parte de ella. Esta visita se alargó durante más de un año y resultó extremadamente complicada, tanto por las dificultades del trazado geográfico como por los peligros de todo tipo a los que se expusieron. En algunas fuentes se dice que "en ocasiones se internó tanto en busca de poblados y bohíos que se perdió tierra adentro con sus acompañantes".
En esta gira estuvo asistido en todo momento por el padre Palacios como secretario de visita y se encargó de hacer una relación del viaje. En el año 1675 regresa la comitiva a la sede y Díaz Vara prepara una convocatoria con intención de realizar un Sínodo Diocesano, dado el estado lastimoso y de relajación en el que el clero cubano se encontraba, sin embargo, éste no se pudo realizar ya que el obispo fallece en extrañas circunstancias no aclaradas el 15 de marzo del año siguiente (1676).
Según se lee en el artículo "Gentes y lugares de La Habana", publicado el 24 de junio de 2017 por un tal Laz, que, entre las circunstancias que acompañan a la muerte del obispo se barajó la del envenenamiento, ya que los dos obispos anteriores también habían fallecido en circunstancias parecidas al poco de llegar a la diócesis. Según esa misma fuente el propio Díaz Vara había manifestado al arzobispo de Santo Domingo: "Han intentado darme veneno, del cual me ha librado Dios".
Pablo J. Hernández González dice del obispo Díaz Vara que estaba "calificado como uno de los más interesantes y notables eclesiásticos del siglo XVII en Cuba, descolló por su ilustración, actividad, celoso cumplimiento de su deber primordial, con curiosidad universalista que le llevó desde el financiar, participando con personal interés, las obras de las defensas terrestres habaneras, hasta legar a la antropología americana muy valiosas observaciones culturales de los distintos grupos amerindios de La Florida, a quienes observó durante su visita a la península, incluída dentro de la diócesis cubana".
Tras la muerte del obispo hemos de imaginar la situación de precariedad en la que quedaba el padre Palacios. Se desconoce si ingresó a España o se quedó en Cuba y fue objeto también de represalias, corriendo la misma suerte que el obispo, aspecto que no me ha sido posible desentrañar. El caso es que hasta allá viajó en el siglo XVII uno de tantos lerineses errantes.
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Esperamos que este artículo os haya resultado interesante. Si es así, es importantísimo que lo hagáis saber con comentarios o marcando "me gusta" en las redes. Es la única forma de saber si estos esfuerzos merecen la pena.
Ah, y acordaos de compartirlo en las redes, para que así llegue a más gente.
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Artículo: Maria Rosario López Oscoz
Imagen: Clero secular en la época colonial. Historia Universal.
Fuentes:
Portal de archivos españoles
"Cuba en la octaba década del siglo XVII: Visita del obispo Díaz Vara Calderón" por Pablo J. Hernández González.
https://www.noticiasdesantiagodecuba.com/cronologia-los-obispos-catolicosde-santiago-cuba/?fbclid=IwAR29XOi3xfCPMIinhNoLKQ-_ifBoHPzXtpRrfAsTaXSS7-CURBrpcUF7I7I
http://www.estudiosculturales2003.es/historia/pablohdez_cubaoctavadecadasigloxvii.html?fbclid=IwAR00Vp0BaYAb87RGbebRaQK38nwbrBjpF2Jg8KaE_50f6tbf722D-bucas8
http://www.juventudrebelde.cu/index.php/columnas/lecturas/2017-06-24/gente-y-lugares-de-la-habana-i?fbclid=IwAR3ktNeMpuYu5Ye5qfRoYf5PSNtYAR4J_aNI2W8uVCkkimSQMqT7kDPJTmE
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Encontré en el Archivo de Indias los documentos de embarque de este lerinés y me llamó poderosamente la atención. Hay que ponerse en escena:principios del siglo XVII, poco más de un siglo del descubrimiento de América, y los peligros de todo tipo a los que se enfrentaban: naufragios, piratas, etc.
ResponderEliminarY el obispo lo tenía crudo también. Hay alguna crónica al respecto y pone los pelos de punta leerla; cómo estaba expuesto en el día a día de su gobierno episcopal a acabar muerto en cualquier momento. Como así pasó.
Y nuestro Pedro Palacios no lo debió de tener fácil, tampoco.
Siento no haber podido ser más exahustiva. Ya me hubiera gustado...
Charo López Oscoz
Apasionante e interesantísimo trabajo, Charo. Rescatar y traer desde el olvido hasta la actualidad a lerineses de otras épocas es una labor de muchísimo valor que nos enriquece historica y culturalmente a todos y especialmente a Lerín como pueblo.
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